A veces, a solas me he preguntado si esta historia era de las típicas, en las que tenías que sufrir y desesperarte durante un tiempo más o menos largo, y que cuando menos te lo esperas, pasa algo que los hace volver.
Pero miento, no me he preguntado eso nunca, lo he pensado, porque quería creer en esa estupidez. Porque eso es lo que hace la gente estúpida, la que está enamorada; Inventarse finales felices, para poder soportar un infierno que, unos días es soportable y otros días, deseas que no llegue mañana para ti.
Eso es lo que hago. Porque me da miedo, porque no sé hacer otra cosa, porque pienso que si suelto esa esperanza, dejaré de creer que las personas pueden cambiar,que se merecen una oportunidad. Pero sobretodo porque no quiero creer que, por ser yo la que ama, la que anhela mi final feliz, no me merezco una oportunidad. Esa oportunidad.
Veo casi todos los días a chicas reconciliándose con sus parejas, perdonarse y empezar desde cero. Y luego estoy yo, la idiota que escribe un blog sobre sentimientos hacia una sola persona, la que llora porque se siente vacía y no entiende porque su amor se aleja, si se supone que también le corresponde
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