sábado, 11 de mayo de 2013


Ojos puros, azules como perla
vitrea--- Tú siempre me miras y
yo siempre te estoy mirando.

Ah, eres demasiado sumiso---
hermoso, conservas la belleza:
Por eso estoy tan triste, y sufro---
y tan feliz, que duele.

Quiero hacerte daño
y destruirme
Qué pensarías si supieses cómo
me he sentido.

¿Te limitarías a sonreír,
sin decir una palabra?
Incluso las maldiciones de tu boca
serían tan bellas como perlas.

Coloco mi mano izquierda en tu
rostro como si fuésemos a besarnos.
Entonces de repente meto el pulgar
en la cuenca de tu ojo.
Abruptamente, con decisión,
como perforando un agujero.

¿Qué sensación produciría?
¿Como gelatina?
Temblando de éxtasis, obscenamente
lo mezclo dando vueltas: debo
probar el calor de tu sangre.

¿Como gritarías?
Exclamarías "¡Duele! ¡Duele!"
mientras lágrimas de cinabrio rojo
corren por tu ojo aplastado?

No puedes saber el hambre
desesperante que sentí en medio
de nuestros besos, tantos que he
perdido la cuenta.

Como bebiendo de tu llanto.
cristalizan mis esperanzas:
mordiendo tu lengua, destrozándola,
mordiéndote los labios como si
probase tu lápiz de labios.

Oh, que cotas de euforia alcanzaría,
cumpliendo mis deseos como un
bellaco glotón y voraz.

También he anhelado tus mejillas
sonrosadas, lo bastante sabrosas
como para cautivar mi lengua.
Seguro que me curaría,
y lloraría como un niño.

¿Y cómo es tu tierna oreja?
Me roza la mejilla;
Quiero que suba hasta mis labios
para hundir mis dientes en su carne.

Tu oreja izquierda, siempre oyendo
palabras susurradas y dulces como
un pastel--- Quiero que oigan mis
verdaderos sentimientos. Nunca
mentí, no, pero tenía mis secretos.

¿Ah, pero qué pensarías de mi?
¿Me odias? ¿Tienes miedo?
Como invitándote a la agonía del
final de la obra, si lo deseas,
podría destruirme--- no me
importaría.

Si lo deseas, puedes destruirme
--- no me importaría. 

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