miércoles, 8 de mayo de 2013

The Strange Forest


Hace unos días se mudó una extraña familia a mi barrio, se llamaban Víctor y Taina, tenían un Hijo que se llamaba Joseph, el… era un poco raro, nunca salía.
 Yo tenía mucha curiosidad, y me acerque a saludar a mis nuevos vecinos.
        -Hola Joseph, me llamo Taylor, soy tu nueva vecina- Le dije con mucho entusiasmo.
        -Umm, claro…- Respondió.
Yo…lo veía muy antisocial, cuando me di vuelta, el entro corriendo a la casa, su madre lo llamó y el le dijo que no tenia ganas de caminar hasta allí. 
Ya habían pasado 5 días desde su mudanza, parecía que me estaba evitando. Le conté a mi madre y me dijo que tal vez era porque recién me conocía, pero no estaba muy segura de eso.
Llegó el lunes y teníamos que ir a la escuela, por suerte para mí, íbamos a la misma clase.
La profesora, como él era nuevo le dijo que tenía que sentarse conmigo. Joseph no parecía muy contento que digamos, dio 9 pasos y se sentó a mi lado.
      -Bueno chicos, les daré el examen y tienen 30 minutos para hacerlo, son 6 puntos. Taylor, tu hazlo con Joseph.- Me dijo ella.
        -Está bien profesora-  Le respondí mientras leía lentamente el punto 1.
  -Joseph ¿Entiendes algo de el punto 2?- Le pregunté mientras lo miraba.    -S-si, mira… Ya lo hice.- me respondió muy tímidamente.
  Luego de terminar el examen, Joseph y yo lo entregamos, la profesora Vivian nos permitió poder retirarnos más temprano de el Curso.
    -Oye, quiero hacerte una pregunta.- me dijo el.
    -D-dime- Le respondí.     -Umm, ¿Soy muy tímido?     -Sí, la verdad que eres muy tímido, deberías cambiar tu actitud, ser más amigable ya que nadie te hará daño en esta escuela, así que no tengas miedo.
   -Gracias… ¿Me acompañas a mi casa? Por favor…
   -¡Claro! Mientras me cuentas más de ti.
    Salimos por la puerta principal, y seguimos el camino lleno de árboles, era el camino más seguro para llegar a casa, ya que vivíamos muy lejos de la escuela.
    Charlamos muchísimo, el me contó de su anterior escuela, me dijo que tenia solo 2 amigos que casi no le hablaban y sus padres decidieron mudarse de ese lugar tan aburrido, así que se mudaron a mi barrio.
    Todo parecía ir perfectamente bien, pero..
    -Me dijiste que por aquí nunca iba nadie.- Dijo el.
    -Es verdad ¿Qué otra persona además de nosotros hay? – Le pregunté.     -Mira ese hombre y esa mujer allí, parecen perdidos.- Me dijo mientras señalaba a los extraños.
    Dimos 23 pasos hasta llegar donde estaban la mujer y el hombre.
   -Hola ¿Los podemos ayudar en algo?- Les preguntó Joseph.    -¿Huh? ¡Claro que no! Los estábamos esperando.- nos dijo la señora de pelo color negro azulado.
   -¿Ah? ¿A nosotros, no estará confundida?- Le pregunté seriamente mientras miraba al señor del sombrero grande.   -¿Confundida? ¡Ha! Claro que no, ustedes vienen con nosotros, toma al chico Steve.- Dijo la señora, mientras me tomaba del brazo.
   Empecé a gritar fuertemente, pero nadie me escuchaba así que no tenia sentido, por más fuerte que gritara absolutamente nadie me escucharía. Joseph me miraba y en su cara se notaba el terror que tenía… Me sentía tan culpable de lo que había pasado, pero hacia 6 años que caminaba sola por este lugar ¡Era tan raro que pasara esto! Parecía un sueño…
    -¡¿A donde nos llevan?!- dijo Joseph muy enojado y preocupado.
     Aunque preguntemos mil veces lo mismo, ellos nunca respondían. Más tarde la señora del pelo azulado nos dijo que no tengamos miedo, yo le dije que ¿Cómo no tener miedo? ¡Si nos habían asustado tanto que nos imaginábamos que podíamos morir!
     Llegamos a un lugar, era un bosque… Sus árboles eran extraños, sus hojas eran de color marrón verde y rosa, algunas eran solo de color celeste.
     -Llegamos, adiós.- Dijo ella.
     Nos empujó y caímos sobre la tierra llena de gusanos y hojas, las flores estaban marchitas pero los árboles parecían muy bien cuidados.
     -¡M-mira! ¿Eso no es una nota?- Me preguntó Joseph mientras me señalaba el papel todo arrugado.
     -Veamos que dice- Le respondí yo mientras me levantaba y recogía el papel.
     “5 piedras de cada color verás, en una de las 5, una pista encontrarás”      -¿Debemos encontrar 5 piedras de colores?- Dijo el.  
     -Si, es mejor que sigamos el camino, ya que hay uno solo y es obvio que este nos guiará hasta el final-
     Seguimos el camino, la verdad que no me daba nada de miedo el lugar no parecía aterrador ni nada de eso, el lugar era hermoso.
      Caminamos por horas, yo miraba la izquierda y Joseph la derecha, mientras hablábamos de nuestra vida…    Algo bastante aburrido, pero como no teníamos otra cosa que hacer.
         Yo estaba cansada, agotada y tenía hambre. En el árbol había frutos, no sabía si eran comestibles o no pero algunos tenían un pequeño parecido a las manzanas, solo que eran de color amarillo algo anaranjado.
   Le pedí a Joseph que me ayudara a alcanzar uno, cuando logré alcanzarlo el me dijo que primero lo probara, pero que fuera un pedacito chiquito para evitar problemas graves. Probé un pequeño trozo del fruto y no me hizo nada, es más... ¡Estaba Delicioso! Comimos 3 cada uno, Joseph guardó 7 más en su mochila para comer luego.
    Después de un largo camino que recorrimos luego, Encontramos las 5 piedras, pero recordamos que solo 1 tenía la pista. La nota que habíamos encontrado empezó a brillar, cuando me dí cuenta, decía otra cosa.  “El color de tu destino con mucho cuidado tendrás que elegir, luego te podrías arrepentir”
   Yo y el nos pusimos de acuerdo y elegimos el celeste. Cuando tomé la piedra celeste decía este mensaje:     “Sigue caminando, ten cuidado con lo que leas, no todo es una pista, a no ser que tu quieras que lo seas. En este lugar tu decides lo que harás, no nosotros.”
     Me quede pensando y seguimos caminando, nos quedamos algo raritos luego de leer ese mensaje ¿Raro, no?
      -Taylor, ¡Mira, una casa!- Me dijo Joseph mientras iba corriendo hacia ella.
      -Espérame, yo no soy tan rápida- Le dije mientras corría detrás de el.
      -Mira una nota, léela- Me dijo Joseph.
      “¿Quieres entrar a mi casa verdad? Pues son todos bienvenidos a mi dulce hogar, ten cuidado con lo que tocas, mi perro se llama Lippi, si hace algo malo solo di estas 3 palabras: ‘De te re’ ¿Esas palabras? Sí, esas palabras, si te parece raro pregúntale al de la tienda, ese hombre era tan extraño.”
      -Bueno, es mejor que ya entremos ¿Verdad?- Le pregunté a Joseph.
      -Excelente idea.- Me respondió muy seguro.
      -OK…- Le respondí yo mientras abría la puerta.
      Cuando entramos vimos muchas cosas raras, pero lo más extraño fue que tenían un televisor pegado al techo.
       Subimos las escaleras y escuchamos la voz de una niña pequeña.
        -Tranquila Lily, mamá y papá llegarán en muy poco tiempo, no hay de que temer.- decía la niña con un tono muy preocupado.
        Subimos las escaleras y empezamos a buscar en las 15 habitaciones que había, pero en ninguna había absolutamente nada, pero oímos que ella habló otra vez.
-¿Mamá? Ya llegaste ¿Y papá?- dijo la niña mientras apareció detrás de mí y me abrazó.
-Y-yo no soy tu madre ¿Quién eres?- le pregunte muy asustada.
- OH…No eres mi mami, perdón. Me llamo Sophie y vivo aquí, mis padres se fueron hace unas semanas y me dejaron sola aquí, con Lily mi muñeca.- Me respondió ella.
-Umm ¿Qué edad tienes Sophie? Le pregunte mientras me agachaba para estar a su estatura -Tengo 6, en unos días cumplo 7- Me respondió ella mientras sonreía.
-¡Genial! Pero… no nos podemos ir y dejar a esta niña sola, eso sería muy malo ¿Y si le pasa algo?- Le pregunté a Joseph-
-Sophie ¿Quieres ir con nosotros?- Le pregunto Joseph a la niña muy amablemente.
-Umm, esta bien…no creo que mis padres vuelvan- Respondió ella.
Sophie fue a su habitación y puso sus cosas en 2 mochilas, ella estaba muy segura que quería marcharse de allí y no parecía extrañar ni un poco a sus padres.
Llegamos a la salida y empezamos a caminar y caminar, ella no hablaba de sus padres, no nos contó ni un poco de su vida, es más, no hablaba de nada, iba callada y muy contenta, nos miraba y sonreía, también tomo la mano de Joseph y la mía para caminar.
-Miren allí hay una nota- Dijo la niña.
-Ve a recogerla- Le dijo Joseph a Sophie
Ella fue corriendo hasta tomar la nota, luego volvió a donde estábamos nosotros y me la dio para que la leyera:
“No pienses que salir de aquí es tan fácil, porque ahora se viene la parte difícil querida Taylor”
-¿Difícil, parte difícil? De que estará hablando.- Me pregunté.
Cuando la guarde en mi cuaderno algo raro paso. La tierra empezó a temblar y los árboles empezaron a caerse. Corrimos lo más rápido que pudimos para que los árboles no nos aplastaran, cuando nos dimos cuenta los colores y la naturaleza se habían convertido en lo contrario, el bosque tan hermoso que habíamos encontrado ahora era un lugar de terror, oscuridad y silencio.
-Taylor ¿Qué pasó con este lugar?- Me pregunto Sophie, ella estaba muy asustada.
-N-no lo sé ¡Este lugar es tan extraño!- Le respondí mientras la abrazaba.
-Chicas debemos seguir, no podemos quedarnos aquí, es muy peligroso- Nos dijo Joseph.
-Si, mejor sigamos- Dije yo, mientras tomaba la mano de Sophie para seguir caminando.
Seguimos nuestro camino, yo… estaba muy asustada de verdad, no podía creerlo, parecía más un sueño que otra cosa. Íbamos caminando cuando encontramos algo escrito en el tronco del árbol más grande que habíamos visto, y decía:
“Ahora que estas leyendo esto debo darte mis felicitaciones querida Taylor, haz logrado sobrevivir a la parte más difícil, pero ahora debes seguir con tu camino junto a tus 2 compañeros si quieres estar en tu dulce hogar otra vez, mucha suerte. Atte: ¿?”
-Muy bien, esto no es una pista… pero hay un solo camino, mejor sigamos por hay- Dije yo mientras miraba a Joseph y Sophie.
Yo sabía mi deber era protegerlos a los 2, pero lo que más me importaba era que logremos salir los 3 de aquí y no solo una parte de nosotros.
Seguimos caminando y lo único que hacia Joseph era caminar mirando al piso, el nunca hablaba conmigo, pero con Sophie hablaba muchísimo.
-Joseph ¿Puedo decirte Joe? Es más fácil- Le preguntó Sophie a el.
-Claro, porque no…- Respondió.
-Joe suena bien- Dije yo.
-Umm, si, claro- Dijo el mientras me miraba.
-Mmm... Mejor sigamos con nuestro camino ¿Si? Este lugar no me esta gustando- Dije yo.
-Bien, pero creo que estamos algo perdidos, ya caminamos mucho y no encontramos ninguna pista ¿Qué debemos hacer?- Me preguntó Joseph.
-Bueno, observemos muy bien hasta que encontremos algo ¿Vale?- Le respondí.
-Esta bien…- Dijo el mientras miraba a su izquierda.
      Seguíamos caminando, estábamos cansados pero no podíamos quedarnos a descansar en este lugar, era demasiado riesgoso aunque solo fueran 5 minutos.
-¡Taylor, una nota!- Dijo Sophie mientras la señalaba.
“No te di una pista, lo siento, pero ahora la tendrás mi querida Taylor, esta es tu pista, piensa bien lo que vas a hacer porque podría ser la última que te deje…’Abajo y Arriba, Negro y Blanco, Bueno y Malo nunca serán lo mismo ¿Ahora sabes a lo que me refiero? Te gustaba tanto ese lugar hermoso y lleno de vida al que habías llegado que se convirtió en tu peor pesadilla, en este lugar están todos tus miedos ¿Los recuerdas? Tus amigos están para ayudarte, pero no creas que podrán hacerlo en todo, en lo más alto de la colina esta la salida, pero en lo más alto de 1 de las 5 colinas, piensa o quedarás atrapada en este lugar para siempre… Mi querida Taylor”
-W-wow, chicos… creo que ya se que hacer- Dije yo mientras los miraba.
-¿Y qué debemos hacer?- Me pregunto Joe.
-Debemos pasar por todos mis miedos para poder vencerlos y salir de aquí ¡Síganme!- Dije yo mientras iba corriendo.
-¡E-espéranos Taylor!- Me gritaron Joe y Sophie mientras iban corriendo detrás de mi.
Cuando me cansé de correr y me tomé el tiempo de mirar a mi alrededor logre ver a lo lejos un puente todo oxidado, llamé a los chicos que venían caminando detrás de mi, estaban más cansados que yo.
-Miren ese puente  ¿Vamos? -Les pregunté yo.
-Te seguimos- Me contestaron los dos sin ganas de hacer nada.
-Vamos, no sean perezosos- Les contesté a los dos mientras los tomé del brazo para llevarlos.
Fuimos caminando lentamente hasta llegar al puente y Joseph no dejaba de mirarme, yo me sentía un poco incómoda, hasta que dejo de hacerlo.
El puente estaba todo oxidado y viejo, teníamos que tener mucho cuidado de que no se caiga o de que las maderas del piso no se rompieran, corríamos el riesgo de morirnos, y este era uno de mis miedos, morirme.
Caminando muy despacio casi lográbamos llegar al final, era un puente muy largo pero no era ancho, estábamos demasiado juntos, pero eso no era una desventaja. Yo muy distraída no logré ver el hueco y…
-Joseph ¡Ayúdame!- Le grite yo mientras trataba de subir.
-¡Taylor! Dame tu mano- Me dijo Joseph mientras me ayudaba a subir.
Le dí mi mano y me ayudó a subir, estaba tan asustada, no quería caer, Sophie y Joseph estaban asustados, yo estaba nerviosa…
-Ya estas arriba- Me dijo el mientras me abrazaba.
-G-gracias, gracias- Le dije yo mientras me levantaba, ya que no nos podíamos quedar allí.
Sophie me abrazo y me tomo de la mano, y así seguimos caminando, hasta que logramos salir del puente, me encontré otra nota, pero esta no era una pista.
“No le tengas miedo a la muerte, sino morirás”
Me quede pensando, tal vez esta nota tendría razón, no debo tenerle miedo a la muerte, llegará cuando tenga que llegar y si lo hace muy temprano será porque algo muy malo pasara si sigo viva, eso pienso yo.
Seguimos, seguimos y seguimos, el lugar cada vez me daba más temor, era totalmente horrible.
-Taylor, necesitamos descansar ¡Ya hemos caminado mucho!- Me dijo Joseph mientras se sentaba en el suelo con Sophie.
-¡Joe, no te sientes!- Le grité.
-¡Vamos ¿Qué podría pasar?- Me contesto el muy tranquilo.
-¿Y Sophie?- Le pregunté yo mientras miraba para todos lados.
-Esta aquí… ¿Sophie? ¡Sophie!- Dijo el muy asustado.
-U-una nota- Dije yo mientras la levantaba del suelo.
“Ahora ven a buscar a la niña, Taylor ¿Ahora no es todo tan fácil como pensabas? ¿Verdad? ¡Ha! Pequeña ilusa”
-Sophie… ¿Dónde estás?- Dije yo mientras Joseph me abrazaba.
-Tranquila, ya la encontraremos- Me dijo el mientras me dio un beso en la mejilla.
-B-bien, sigamos- Le dije yo.
Caminamos por horas, no descansamos y yo estaba agotada, no podíamos quedarnos en un lugar, debíamos salir de allí lo más rápido posible.
-¿Y cuándo llegaremos a las 5 colinas?- Me dijo Joe mientras tomaba de la mano.
-No lo sé, ojala que no falte mucho- Le contesté yo mientras miraba hacia otro lado.
-¿Qué te sucede?- Me pregunto mientras daba vuelta mi cara.
-Nada, solo estoy muy preocupada por Sophie- Le respondí yo.
-Umm, yo igual- Me dijo mientras soltaba mi mano.
-O-oye, mira allí ¡Son las colinas!- Le dije yo con una enorme sonrisa.
-S-si, pero están demasiado lejos- Me dijo el.
                    -¡Vamos! Tal vez allí este Sophie- Le dije mientras tomé su mano para seguir.
                                     Corrí lo más rápido que pude, Joseph no parecía tener ganas de seguir avanzando pero debíamos hacerlo, no debía entusiasmarme mucho porque estaba muy conciente de que esta iba a ser la parte más difícil de todo este camino, pero iba a hacer todo lo que esté a mi alcance para poder salir de ese lugar.
                                      -¡Vamos Joe, Corre!- Le dije yo.
                                       -Bien, pero estoy confundido ¿Me dices Joe o
                    Joseph?
                              -Da igual, ya avanza ¡Vamos!- Le contesté
 mientras iba corriendo delante de el.
             Cuando llegamos, encontré otra nota que decía…
“Esta es la última pista que te daré, presta mucha atención… ‘5 colinas, 5 opciones y solo debes escoger 1 de estas 5, en una esta tu salida y en las otras están tus peores miedos, ya te dije la respuesta así que si no te diste cuenta, suerte Taylor’…”
              -Mmm, 5 colinas, 5 opciones- pensaba yo mientras las miraba.
               -¡Ya se la respuesta!- Me dijo Joseph.
               -¿Cuál es?
               -Es la numero 5 ¿Comprendes? “5”Colinas, “5” Opciones, es el numero que más se repite, ¡Vamos a la quinta colina!- me dijo Joseph muy seguro.
                -Vale, te sigo, espero que tengas razón- Le dije yo mientras los seguía.
 Subimos hasta que llegamos a la quinta colina, abrí la puerta que nos llevó adentro de algo parecido a un refugio. Mientras miraba a mí alrededor, encontré una nota. “Te felicito mi querida Taylor, haz llegado hasta el final pero aún no haz superado tus otros miedos, quería que te quedaras, pero así son las cosas, mucha suerte y aquí esta tu preciada Sophie”
               -¡Taylor! Despierta…- Me dijo Joseph mientras me trataba de despertar.
               -¡Sophie! ¿Ah? ¿Dónde estoy?- Me pregunté yo.
               -Te quedaste dormida en el banco, ya vamos a casa.- Me dijo el mientras me ayudaba a levantarme.
-N-no comprendo ¿Y Sophie?- Le pregunte mientras lo miraba.
-Umm, ¿Quién es ella?- Me preguntó el.
-N-no importa, solo fue una pesadilla- Volvamos a casa.
-Bien- Me dijo mientras me tomó de la mano.
Seguimos caminando, yo no entendía nada, parecía tan real y cada día que pasaba me preguntaba ¿Quién será Sophie? ¿Existirá?, hasta que me dí cuenta que ella solo era parte de esa extraña pesadilla que había tenido. En fin, todo volvió a la normalidad y todos los días íbamos por ese camino lleno de árboles recordaba ese sueño, así que decidí escribir un libro… Un libro que sólo aquel que lo encuentre lo leería y se llamaba “The strange forest”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario